Monday, February 27, 2012

Ten Cuidado-Parte II

 
                                 
                                      "  ni deis lugar al diablo." (Efesios 4:27)


              Saludos. La vez pasada, hablamos de Judas y su debilidad al dinero. Tambien, mostramos por medio de las escrituras que Jesus no era pobre. En este dia, miramos mas a fondo sobre la vida del apostol Judas. Como mencionamos, el empezo bien, porque Jesus no le iba a dar poder a un enemigo suyo. La palabra,claramente, dice que los discipulos tenian poder para hechar fuera demonios y sanar a los enfermos!
              Que triste es ver un hermano(a), que haya sido usuado por Dios en sanar enfermos y hechar fuera demonios, que se aleje y pierda su salvacion. Que triste que aquellos hermanos(a) que fueron bendicidos por ese hermano(a), lo vean en el infierno. El apostol Pablo dijo que el se golpea su cuerpo para que sea siervo del hombre interior! El hombre interior es Jesus! (Col 3:3, I Cor 9:27) 
               Por eso es que el ayuno es tan importante. El ayuno rompe yugos. El ayuno te ayuda a oir de Dios! El ayuno es el medio donde uno ataque la carne y lo pone siervo a Dios. Hnos y Hnas, La carne en si no es mala, es un instrumento para bien o para mal! La carne o cuerpo tiene que someterse al Espiritu Santo! 
              Tenemos que recordar que la batalla en lo espiritual ya se termino. Cristo nos dio la victoria y nos hizo mas que vencedores!! El diablo ya fue derrotado en el espiritu, pero aun asi, tenemos que batallar. La palabra dice pelea la buena batalla de la fe! Recuerda que el Apostol Pablo batallo, pero fue en su carne, no en el Espiritu!
               Por eso, mis amados, tenemos que renovar nuestra mente. La mente es donde Satanas nos ataca! El pone semillas y es un enganador! Alli es donde la verdadera batalla empieza. Es facil dice que tengo fe, pero como te ves en tu mente? Te ves en victoria o en derrota? Acedemos hoy la mente de Cristo y veras victoria en tu vida! 


Escrituras-Isa 58:5-11, Col 2:15, I Tim 6:12, Rom 12:2, I Cor 2:16

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