Si Dios se te aparecerá y te dijera-¿Qué quieres que haga por ti, hoy en día? ¿Cuál sería su respuesta? Para la persona soltera(o), un companero(a)! Para el pobre, el dinero! Para el enfermo-la sanidad! Todas estas respuestas son buenas y nobles, pero va a resolver el problema? Tomemos, por ejemplo, la persona pobre. Él/ella se enriquece y no sabe usar el dinero sabiamente-Eso lo conducira a la destruccion! (Prov. 1:32)
Una de esas personas fue puesta a prueba-SALOMON!. Fue promovido a una posición de responsabilidad grande y, sin embargo, no permitió que las distracciones de su trabajo le alejaran de Dios. Salomón tuvo dominio de su tiempo propio y puso su trabajo en espera para adorar a Dios. Note que él no iba al tabernáculo con una lista de peticiones. Su objetivo principal era la adoración!
Hermano(a), por favor, no me malinterpreten. No está mal pedir a Dios por las cosas que necesitamos o queremos, pero tenemos que tener cuidado. Muchos de nosotros vemos a Dios como un Santa Claus que nos otorga todos nuestros deseos y antojos. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste delante de Dios sólo para decirle que lo amas? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste solo para adorale?
Salomón adoró a Dios esa noche, pero no termina ahí. Él sacrificó mil holocaustos! No me gusta hablar mucho del dinero, porque es un tema delicado, pero tengo que compartir lo que Dios está poniendo en mi corazón. ¿Sabes cuánto cuesta un holocausto? Él sacrificó mil holocaustos! Eso es Mucho dinero.
Dar dinero en los diezmos y ofrendas es una forma de adoracion y si tu corazón es salvo, su billetera es salvo tambien. Tenemos que aprender a dar como el Señor nos dirige. ¿Te imaginas si alguien en el personal administrativo de Salomón dijera "Señor, esto es mucho dinero!" ¡No! Salomón no le importaba y dio abundantemente. ¿Puede usted imaginarse esa escena? Sangre por todas partes, sacrificando los animales para el holocausto. De repente, esa misma noche, Salomón tuvo una visita inesperada de Dios mismo, que le cambiaria su vida. No vamos a hechar por un lado el poder de la adoración en nuestras oraciones.
Oración-Querido Padre, ayúdame a ser un adorador. Ayúdame a olvidarme de mí mismo y ponerte en primer lugar en mi vida. Gracias por salvarme. Gracias por tu amor. Gracias por tener misericordia hacia mí. En el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Estudio de las Escrituras-II Crónicas 1
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