Thursday, January 19, 2012

Tome tiempo para escuchar!


 "Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera." (Matt 17:22-23) 

                 Al leer este versiculo, tal vez no le diga nada en el principio, pero al analizar esto, vemos que los discipulos no estaban escuchando las palabras del Mesias. Fijate, si un ser querido te dice que va a morir, es natural que uno se ponga triste. Se puede comprender los dias de luto y de tristezas, ademas de las lagrimas, pero Jesus no lo dejo ahi. Fijate, que el dijo que resucitara al tercer dia! Si hubieran escuchado bien las palabras, estarian alegre pero a la verdad que no estaban-Porque?
         Muchas veces, oimos lo que queremos oir. Tal vez no captaron las palabras de victoria, de resurreccion y de gozo. Asi nos pasa cuando no tomamos el tiempo para escuchar. Hay veces cuando hablamos, ya tenemos la respuesta a la mente sin oir la oracion completa. Nuestras oraciones son dame dame y AMEN! Nos pasamos hablando y hablando sin escuchar la voz del maestro. Tal vez, Amigo o Amiga, estas pasando por una situacion que es imposible. Tal vez, tus suenos o ambiciones han muerto. A lo mejor, el doctor te ha dicho que tienes cancer? Eso puede poner cualquiera triste, pero tengo buenas nuevas, Dios te quiere dar un nuevo comienza y darte una resurreccion en tu vida-Sea de finanzas, salud o cualquier cosa que necesitas-Gloria a Dios!!! 
           Amigo(a), si eres Cristiano(a), tienes razon para regocijarte- Cristo derroto a los diablos y demonios en el mismo infierno y lo puso en desfile. Ahi estaban desnudos y despojados de lo que le robaron a la humanidad. (Efesios 4:8-10/Col 2:15)  Cuando ascendio a la tierra, esperaba un recibamiento y cerebracion, pero encontro a los discipulos escondidos y llenos de miedo. En este dia, meditemos en mejorar como escuchar a otros y a, especialmente, la voz de Dios. Puede ser la diferencia entre la victoria o la derrota. Dios te bendiga! 

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